Piensa en positivo

Piensa siempre en positivo, lo que equivale a "ver la botella medio llena y no medio vacía", puesto que nadie contrata a pesimistas. Tu actitud es fundamental tanto a la hora de salir a la calle en busca de un empleo como en el momento de realizar una entrevista de trabajo. Una persona que se muestra triste, contrariada o se siente a disgusto transmite esa sensación a los demás e inevitablemente causa un determinado rechazo que se puede convertir en la pérdida del puesto al que optabas. Tu lado bueno es el mejor. Haz que los demás también lo comprueben, pero nunca a base de fingir o interpretar. Recuerda que tu mejor arma es ser como eres.

No te sientas jamás como un parado, sino "a caballo" entre dos trabajos. Si no has tenido nunca la oportunidad de trabajar, piensa que cuando estabas estudiando realizabas un trabajo, al igual que cuando afrontas el proceso de búsqueda de empleo. Por tanto, aprovecha el tiempo y prepárate para mejorar tu candidatura.

El trabajo de buscar empleo

Si eres de los que se ha quedado fuera del mercado laboral como consecuencia de las últimas turbulencias económicas, no dejes pasar más tiempo, ahora tienes una nueva dedicación a tiempo completo: encontrar trabajo.

Hay que asumir un papel activo, entendiendo la búsqueda como un trabajo a jornada completa. Será muy práctico realizar una planificación diaria y semanal, a la cual habrá que atenerse, intentando que sea lo más rigurosa posible, sin perder de vista cierta flexibilidad que actúe como colchón de amortiguación ante los imprevistos y desilusiones que puedan surgir.

Recursos a tu alcance:

Existen recursos a tu alcance que debes conocer y utilizar. Bolsas de trabajo de instituciones públicas, colegios profesionales, asociaciones de antiguos alumnos, agencias estatales para el empleo, etcétera. Son recursos gratuitos en muchos casos de probada eficacia.

Ahora dispones de más tiempo para reciclar y ampliar tus conocimientos. No pierdas contacto con las noticias y nuevas tecnologías que aparecen en tu sector de actividad. Internet es una herramienta que debes explotar. Su utilidad va más allá de los portales de ofertas laborales, te permite conocer a golpe de ratón las compañías que demandan profesionales de tu perfil, la evolución del sector, contactar con empresas de trabajo temporal, etcétera.

En este sentido, las redes sociales son de una gran utilidad. En la actualidad, comunicarse con personas que no podríamos conocer de otra manera es más fácil que nunca gracias a sitios web, como LinkedIn, Classmates.com o Facebook, entre otros.

Y un último y sano consejo: Mantén un buen estado de forma física. No abandones la dieta, haz ejercicio y duerme ocho horas. Resultará enormemente beneficioso trabajar firme de lunes a viernes y dedicar, después, el fin de semana a recargar pilas y es que la dedicación plena a la tarea de buscar trabajo conlleva uno de los índices de estrés más elevados.

Antes de la entrevista, documéntate

Estúdiate y estudia a fondo la empresa que te va a entrevistar.

Nada más desastroso que el "candidato profesional", aquél que no sabe ni una palabra sobre el puesto de trabajo o la empresa demandante.

SOBRE LA EMPRESA DEMANDANTE

Investiga los siguientes aspectos:

- La trayectoria de la empresa y de sus principales socios o fundadores.
- Su línea de productos y marcas.
- Su plantilla.
- Sus principales aciertos, éxitos y logros en el pasado.
- Sus errores, si es que los ha habido.
- El volumen de negocio.
- El puesto que ocupa con respecto a la competencia.
- Sus posibles carencias.
- Campañas de publicidad.
- Líneas gerenciales su inserción.

Podrás recabar esta información en la propia empresa: pide un dossier al departamento de Recursos Humanos o bucea en su página web. Si no sabes la dirección, utiliza un buscador potente: google, hotbot o copernic.

También las Cámaras de Comercio y asociaciones gremiales podrán aportarte alguna información. Asimismo, la prensa económica te ofrecerá multitud de datos sobre las principales empresas españolas.

En general, todos los expertos en selección plantearán preguntas muy concretas que deben ser contestadas razonando la respuesta. Los monosílabos quedan totalmente descartados si queremos causar una buena impresión.

PERO TAMBIÉN SOBRE TI

Evalúa tus elecciones profesionales: por qué has elegido ese camino y no otro, si has descartado otras opciones o no te ha quedado más remedio, a qué aspiras en el mundo laboral, qué puesto de trabajo te gustaría desempeñar y cuánto te gustaría ganar, qué te ha llevado a estar hoy ahí, dónde te ves dentro de unos años... Estas preguntas salen a la palestra en todas las entrevistas. Si tienes claras tus respuestas sabrás transmitirle a tu entrevistador confianza en ti mismo y seguridad.